La humildad de cambiar el rumbo

La humildad de reconocer el rumbo errado, y cambiarlo, puede evitarnos catástrofes en la vida.
0
1623

Una flota moderna realizaba ejercicios nocturnos de combate naval. El jefe fue informado que la luz de un navío se les acercaba de frente. «Que se desvíe treinta grados», ordenó.

La respuesta fue: «Desvíense ustedes treinta grados».

Así se intercambiaron varias veces los mismos mensajes, hasta que, encolerizado, el jefe envió un ultimátum.

«De parte del comandante en jefe de la flota, almirante tal, desvíense inmediatamente treinta grados o aténganse a las consecuencias».

Del otro lado, una voz tranquila pero clara respondió: «Aquí habla el cabo fulano. Les reitero que les conviene desviarse treinta grados si no quieren estrellarse en las rocas. Este es el faro».

Así es la Biblia, el faro celestial que alumbra en la oscuridad de nuestros corazones.

Salmo 119.105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”

Mateo 5.18 “Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.”

Mateo 24.35 “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.”

1 Pedro 1.24-25 “Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; 25 Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.”

2 Pedro 1.19 “Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones…”

Leave a reply