Los yerbales de Corpus Christi en Yguazú

Un mapa histórico muestra la ubicación de los yerbales silvestres, cerca de la confluencia de los ríos Paraná e Iguazú, adonde llegaban los guaraníes-misioneros de la reducción de Corpus Christi para extraer la tan deseada ka’a.

Si bien el pueblo jesuítico-guaraní Corpus Christi tenía sus yerbales hortenses alrededor de la reducción, según explica el profesor historiador misionero, Esteban Snihur, anualmente se realizaban expediciones hasta la zona del alto Paraná, muy cerca del río Iguazú, para extraer de allí las hojas de los árboles de yerba que abundaban en la selva de esa zona y eran considerados incluso de mejor calidad.

Un mapa histórico muestra la ubicación de estos yerbales silvestres del Yguazú, considerados como jurisdicción de la reducción Corpus Christi en aquella época, adonde puede verse claramente también el arroyo Mbocay, muy conocido actualmente en la región del Iguazú, y el río Monday, que también tiene un hermoso salto muy visitado en estos días, en el lado paraguayo de la región.

La importante conexión con Yguazú

A medida que van apareciendo datos históricos, investigados y publicados por avezados histori

adores como el profesor Snihur, podemos observar que la región conocida hoy como la Triple Frontera toma una relevancia cada vez mayor, principalmente por representar una zona «de paso» en el que los ríos Paraná e Iguazú eran las rutas referentes desde y hacia el Atlántico, y por tener habitantes milenarios que recibían y guiaban a quienes pasaban por allí, como los exploradores Smchidl, Álvar Núñez, y muchos otros desde hace más de cinco siglos.

Posible ubicación del yerbal – Mapa satelital (Fuente: Facebook Esteban Snihur)

Pero, además, las reducciones jesuíticas como Corpus Christi, también tienen otras conexiones importantísimas con la región del Yguazú, pues quien fundó Corpus en 1622 junto al Padre Provincial Pedro Romero fue el profesor historiador español Diego de Boroa, quien fue también fundador de la reducción Santa María del Yguazú, que funcionó en las márgenes argentinas del río Iguazú, entre 1626 y 1633, y luego se trasladara en el conocido éxodo jesuítico-guaraní a la actual ubicación de Santa María La Mayor, en el municipio de Santa María, Misiones.

Esto no solo muestra las conexiones históricas de todos los pueblos jesuíticos-guaraníes de la época, cuyos vestigios subsisten en nuestra provincia, sino también la imperiosa necesidad de rescatar real y concretamente el inmenso valor patrimonial natural, histórico y cultural de nuestra tierra, para difundirla entre las incipientes brillantes mentes misioneras, pues nuestro futuro está en nuestro pasado.