San Martín, el libertador misionero guaraní

Misionero de nacimiento, y con sangre guaraní de parte de su madre, quien vivió envuelta en misterio porque de “esas cosas” no se hablaban en la época. Mejor que recordar su muerte es celebrar que nació.  
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Misionero de nacimiento, y con sangre guaraní de parte de su madre, quien vivió envuelta en misterio porque de “esas cosas” no se hablaban en la época. Mejor que recordar su muerte es celebrar que nació.

El máximo líder de nuestra independencia nacional, José Francisco de San Martín, nació el 25 de febrero en 1778 en Yapeyú, uno de los 30 pueblos las Misiones jesuíticas-guaraní. Su nacimiento se da en ese pueblo misionero, porque su padre, Juan de San Martín, había sido designado teniente gobernador de Yapeyú.

Este era un pueblo fundado en febrero de 1627 por los Jesuitas, el cual según el historiador Felipe Pigna, “se transformó con el tiempo en el más importante centro ganadero del Río de la Plata, famoso sus zapaterías cuyos productos eran exportados a Chile y Perú. También se producían ahí diversos instrumentos musicales de gran calidad. Todo esto decayó con la expulsión de los jesuitas en 1767, pero Yapeyú siguió siendo una ciudad importante dentro de la estrategia española para estas tierras”.

Luego de la expulsión de los jesuitas en 1767, según explica otro historiador, Pablo Camogli, el gobernador de Buenos Aires, Francisco de Paula Bucareli, determinó que “en todas las Misiones (…) se pondrá interinamente por provincias un gobernador a nombre de SM [Su majestad] (…) y resida en la cabeza de las Misiones y atienda al gobierno de los pueblos”.

De esta forma, se creaba una provincia dependiente de la gobernación de Buenos Aires, con dos gobernadores interinos: Francisco Bruno de Zavala a cargo de los 10 pueblos de la costa del Uruguay y Juan Francisco de la Riva Herrera a cargo de los 20 restantes, ubicados con el Paraná como eje.

Toda esta vasta región de los 30 pueblos jesuíticos-guaraníes era conocida como Misiones, “incluso cuando el virrey Juan José de Vértiz subdivide el territorio en cinco departamentos (Santiago, Candelaria, Concepción, Yapeyú y San Miguel), se continúa refiriendo al gobierno de Misiones”, ahonda Camogli y agrega: “en ese contexto fue designado Juan de San Martín como teniente de gobernador del departamento de Yapeyú, uno de los cinco departamentos que integraban el gobierno de Misiones. Por lo tanto, claramente el Libertador nació en lo que por entonces era el territorio de Misiones”.

Por otra parte, cabe recordar que la provincia de Corrientes no existía en la época. Fue creada, recién 36 años después del nacimiento de San Martín, por el Director Supremo Gervasio Posadas en 1814. Por esta razón, seguramente, el propio San Martín al momento de brindar sus datos para el acta de matrimonio con Remedios Escalada, indica que es “natural del pueblo de Yapeyú en Misiones”.

Camogli asegura que decir que San Martín nació en Corrientes “es un anacronismo histórico”, porque “es hablar sobre un hecho del pasado en base a los datos de la actualidad”.

En esa misma línea explica: “con ese criterio, habría que decir que Carlos María de Alvear era brasileño, ya que nació en Santo Ángelo o que el prócer misionero Andrés Guacurarí y Artigas es, en verdad, correntino, al haber nacido en Santo Tomé”.

De madre guaraní

Por mucho tiempo un manto de misterio cubrió el origen materno de San Martín, principalmente porque su apariencia física era diferente a la de sus hermanos, y porque era sabido que había sido “criado” o “cuidado” por una joven guaraní, Juana Cristaldo, quien lo consentía demasiado, según Gregoria Matorras, esposa Juan de San Martín.

Una interesante investigación cuenta que en la época muchos aseguraban que el padre biológico de José Francisco era Diego de Alvear y Ponce de León, un joven soldado español que había llegado a Yapeyú luego de participar en batallas contra los portugueses en la isla de Santa Catalina (hoy Brasil) y en Colonia del Sacramento (hoy Uruguay) bajo las órdenes del virrey Ceballos.

Don Diego, según el artículo histórico periodístico de Infobae, en los 30 años que vivió en estas tierras, trabajó en la demarcación de límites en puntos conflictivos disputados por portugueses y españoles. Aprendió a conocer la vasta zona litoraleña, donde relevó la flora y fauna y tuvo trato con las distintas comunidades indígenas.

Navegando el río Uruguay, llegó a la Reducción de Nuestra Señora de los Tres Reyes Magos de Yapeyú, por entonces una de las poblaciones más florecientes de las misiones jesuíticas.

El historiador García Hamilton describe que «en el centro de la plaza había una efigie de la Virgen María, tallada en piedra por artesanos indígenas. Cuatro cruces de madera velaban cada una de las esquinas y, sobre una de las calles circundantes se alzaban la iglesia y el colegio, que había sido residencia de los sacerdotes. La capilla era grande, con paredes de asperón, columnas salomónicas y techos de tejas. En el interior había coloridos retablos, imágenes de santos y cabezas de ángeles aborígenes con alas doradas».

La vivienda más importante la ocupaba el teniente de gobernador Juan de San Martín. En la época de los Jesuitas, se usaba como casa de huéspedes para los viajeros que cubrían el largo trayecto entre Buenos Aires y Asunción del Paraguay. En esa casa se alojaría Diego de Alvear, en una de las recorridas por el lugar.

En esos días, cuentan que Don Diego tuvo relaciones con una joven muchacha indígena que estaba al servicio de los San Martín, conducta que era tomada como impropia de un caballero, quien no podía relacionarse con alguien que no estaba a su mismo nivel social. Incluso, lo justificaban diciendo que las mujeres guaraníes eran «la tentación para los hombres», ya que solo vestían una prenda de algodón y no usaban ropa interior.

Esa muchacha se llamaba Rosa Guarú y quedó embarazada. Cuentan que fue mamá feliz, y que se dedicaba con mucha pasión a su niño, al que amamantó, crió y educó, y al que llevaba a jugar a un impresionante higuerón que estaba en la plaza del pueblo.

En 1781, Diego de Alvear se casó con la porteña María Josefa Balbastro, con quien tuvo ocho hijos. Acordó con Juan de San Martín entonces que a Rosa Guarú le pasaría los fondos necesarios para la manutención del pequeño; le pidió que lo inscribiera como propio y que recibiera educación militar.

El niño había nacido el 25 de febrero de 1778 y fue bautizado como «Francisco José». Costumbres familiares hicieron que, con el tiempo, el José quedase adelante del Francisco.

Por esa misma época, Juan de San Martín fue destituido de su cargo por un conflicto que había tenido con los aborígenes del lugar y debió trasladarse con su familia a Buenos Aires para incorporarse al batallón de Voluntarios Españoles.

El matrimonio se llevó al niño Francisco José, y le prometieron a Rosa Guarú que -una vez establecidos- la mandarían a buscar. Pero no lo hicieron. Posiblemente esa promesa nunca estuvo entre sus verdaderos planes.

Dos años más tarde, Juan de San Martín recibió la orden de regresar a España y hacia allá fue con toda su familia. Era 1784, y Diego de Alvear continuó enviando dinero para la educación del chico, quien desarrolló una brillante carrera militar.

En 1804 Diego de Alvear y toda su familia, su esposa, ocho hijos, un sobrino, un dependiente y cinco esclavos viajaron a España en una flota de cuatro buques españoles. El 5 de octubre debió enfrentar a un grupo de barcos ingleses. El primer disparo británico dio en la Mercedes, buque donde viajaba la familia. Diego de Alvear, quien con su joven hijo Carlos viajaba en la fragata Medea, vió impotente cómo la nave volaba por los aires. Ninguno de su familia estuvo entre los sobrevivientes. Mientras estuvo cautivo en Gran Bretaña conoció a la irlandesa Luisa Ward, con quien se casó en España en 1807. Con ella tuvo otros siete hijos.

El cholo de Misiones

Ya desde el tiempo en que José de San Martín regresó a Buenos Aires a comienzos de 1812, con el plan libertador en su cabeza, historiadores como Hugo Chumbita (El secreto de Yapeyú. El origen mestizo de San Martínsostienen que era un secreto a voces su verdadero origen.

El futuro Libertador había sido introducido en la sociedad porteña por Carlos María de Alvear, hijo de Diego, su medio hermano. San Martín era alto, de tez oscura, algo indiado y tenía un marcado acento español y no encajaba con la fisonomía de sus padres. Juan de San Martín era de baja estatura, rubio y de ojos azules y Gregoria Matorras, de cutis blanco.

En Buenos Aires no fue aceptado de inmediato y Carlos de Alvear fue el encargado de que le abriesen las puertas.

Su futura suegra, Tomasa de la Quintana, quien nunca lo quiso, lo llamaba despreciativamente «soldado plebeyo». También tuvo otros motes en la chata aldea de Buenos Aires, como «el cholo de Misiones» o el «mulato San Martín».

En la familia Alvear, siempre estuvieron convencidos de que José Francisco es hijo de Diego. En unas interesantes memorias de Joaquina de Alvear, hija del general Carlos María y nieta de Diego -rescatadas del olvido en el libro El manuscrito de Joaquina. San Martín y el secreto de la familia Alvear– la mujer se presentaba:

«Yo, Joaquina de Alvear Quintanilla y Arrieta, declaro ser nieta del capitán de fragata general español señor don Diego de Alvear Ponce de León, que era gobernador de la isla de León… Soy hija segunda del general Carlos María de Alvear, que arrojó al usurpador brasileño del territorio oriental… Soy sobrina canal, por ser hijo natural de mi abuelo el señor don Diego de Alvear Ponce de León, habido en una indígena correntina, el general José de San Martín… que más tarde selló la libertad hispanoamericana de todo un continente en Chacabuco y Maipú».

De todas maneras en esa época «de eso» no se podía hablar, como tampoco poner en duda la fecha de su nacimiento que oficialmente fue el 25 de febrero de 1778, pero el original de su fe de bautismo se perdió en las llamas cuando los brasileños destruyeron Yapeyú en 1817.

Para más confusión Bartolomé Mitre, el segundo biógrafo del general (el primero fue el historiador, publicista y político chileno Benjamín Vicuña Mackenna) cuando en su libro sobre la vida del prócer, en el capítulo 17 sobre Cancha Rayada, escribe que «en la mañana del 16 de marzo, aniversario del natalicio de San Martín, el Ejército Unido vadeó sin obstáculo el Lontué y acampó en Quechereguas…» (Historia de San Martín y la Emancipación Americana – Peuser, 1946 – Página 457)

Para continuar alimentando el misterio, la justicia le rechazó a la familia Alvear el pedido de un estudio de ADN a los restos de San Martín, argumentando que ellos no están legitimados para hacer el reclamo de parentesco. Lamentablemente, no existe jurisprudencia al respecto. La familia posee muestras de sangre de Emilio de Alvear, ya fallecido, descendiente directo.

Rosa Guarú

Cuando en 1817 los portugueses arrasaron Yapeyú ella, como tantos otros, se radicaron en tierras brasileñas. Volvería a Yapeyú por 1840 pero se establecería en un rancho en Aguapé, un pueblo que ya no existe. Si bien no se casó, tuvo otros hijos. Hasta cuentan que en un momento determinado se cambió el apellido, por Cristaldo. Las escasas referencias sobre su vida llegaron, por tradición oral de hijos a nietos.

Aseguran que murió a los 110 años, entre 1872 y 1875 y que fue enterrada en un viejo cementerio del lugar. Como el pueblo desapareció, el camposanto quedó en tierras que pertenecen a un particular.

Referencias

José de San Martín, por Felipe Pigna, Artículo. Sitio El Historiador

Por qué San Martín es misionero, por Pablo Camogli. Artículo. Sitio Misiones Tiene Historia.

Una indígena, una familia de alcurnia y un secreto detrás del nacimiento de José de San Martín, por Adrián Pignatelli. Sitio de Noticias Infobae.

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