Cómo nace «Canción del Iguazú» de Ramón Ayala

En un libro de visitas del Hotel Cataratas, conocido hoy como Viejo Hotel en el Área Cataratas del Parque Nacional Iguazú, Ramón Ayala escribió lo que sería la génesis de una de sus más bellas canciones. Su pluma refleja el sentir que la majestuosidad que la maravilla natural movilizó en su espíritu y ser el día 30 de Mayo de 1961.

El histórico Hotel Cataratas había cumplido 39 años, ya que fue inaugurado el 25 de mayo de 1922, cuando a pocos metros acontecía un hecho realmente misionerista que, ojalá, no haya sido estéril y que perdure para siempre. Pegado al salto las Dos Hermanas, ese pionero del turismo y la gastronomía de Iguazú, que fue Pedro Leandro Calvo, a fines de la década de los 50, había instalado en ese estratégico lugar un camping-comedor hasta donde fluían cientos y cientos de turistas luego de recorrer varios kilómetros hasta la famosa Garganta del Diablo y volver.

Fue ahí, justamente el 30 de mayo de 1961, que Ramón Ayala, luego de almorzar, y emocionado por lo que terminaba de asombrarse y conmoverse, en el libro de comensales de ese establecimiento, improvisó la siguiente poesía: «Sordo retumbar/de Cataratas monte adentro/Vértigo de luz que al estallar/viene hacia mí./Es un corazón de sangre blanca/y tierra roja/Ronco sapucay/sobre el abismo vegetal», con una promesa final que reza así: «Un humilde homenaje que será canción para mi tierra».

Y cumplió, ya que desde aquella fecha, o sea hace 52 años, con música de su hermano Vicente Cidade, se concretó la «Canción al Iguazú», cuando ya era todo un éxito esa suerte de «Himno a Misiones», que es El Mensú, creación de ambos misioneros. También estaba en el lugar Hermes Báez Alegre, gran intérprete de esa época de los ritmos misioneros.

Yo volvía a visitar las cataratas y era asiduo concurrente tanto a ese histórico hotel como también al camping de don Pedro Leandro Calvo y que, si mal no recuerdo fue allá por 1948 cuando visité por primera vez esa maravilla del mundo, como ya era conocida en esa época, relata Ramón.

Canción del Iguazú – Galopa
(Ramón Ayala – J. V. Cidade)

Sordo retumbar de cataratas monte adentro, vértigo de luz que al estallar viene hacia mí. Es un corazón de sangre blanca y tierra roja, ronco sapukái sobre el abismo vegetal. Y en el güembé un picaflor, preso en tu embrujo de humedad y en el latir del corazón tu canto de cristal. Mírame bien, viejo Iguazú, sé que no sos una postal, tu despeñada soledad me grita: -¡Litoral! Lejos, el azul de Paraguay suspira y canta, sombras del Brasil, verde anaconda natural. Es un corazón de sangre blanca y tierra roja, ronco sapukái que al estallar viene hacia mi. Y en el güembé…

Por ello desde Misiones y hacia el mundo cuando se exhiben las Cataratas, es importante acompañarlas con esta Galopa de Ramón Ayala y Vicente Cidade, a quienes se les tiene profunda admiración en la Tierra Colorada lugar paradisíaco fuente de inspiración de sus canciones.

Referencias:

Claudio Bustos  – Autor y Compositor Poeta, Locutor y Periodista

Ramón Gumercindo Cidade, más conocido como Ramón Ayala (Garupá, 10 de marzo de 1927), es cantautor, escritor, poeta y pintor argentino. Uno de los máximos representantes de la música del Litoral y posee una de las trayectorias más extensas en el mundo artístico sudamericano. Ayala es uno de los pocos folcloristas que acostumbra actuar con su atuendo de gaucho argentino, que consiste de un sombrero, bombacha, guitarra y botas.  En Puerto Iguazú, el anfiteatro ubicado en la Avenida Costanera Eduardo Arrabal homenajea su trayectoria e identidad regional con su nombre.

Wikipedia – La enciclopedia libre.

Bibliografía:

Diario «El Territorio» – Alberto Mónaca. 30 de Mayo de 2013. Posadas