Guyrapepo y Yapuguay, escritores trilingües misioneros guaraníes

Pioneros en las letras, y dominando tres idiomas, escribieron libros, cartas a gobernantes, documentos oficiales, mucho tiempo antes que otros en todo el territorio nacional.
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Pioneros en las letras, y dominando tres idiomas, escribieron libros, cartas a gobernantes, documentos oficiales, mucho tiempo antes que otros en todo el territorio nacional.

Aunque reconocidos y respetados en su época por propios y extranjeros, “la historia argentina” escondió sistemáticamente a estos cultos guaraníes, que habitaron esta región de las Misiones Jesuíticas, inclusive mucho tiempo antes que se formaran las actuales ciudades “capitales” del país.

Los pueblos de las Reducciones Jesuíticas, que se establecieron en esta región entre los años 1609 al 1768, estaban organizados con un sistema de gobernación que contaba con un Cabildo, en el que todas sus autoridades eran guaraníes, pues en los pueblos que llegaron a tener hasta 10 mil habitantes cada uno, raramente había más de dos padres jesuitas.

Estos cabildantes guaraníes, junto a otros de sus hermanos que actuaban de corregidores o regidores, eran los encargados de mantener el orden en los pueblos, respetando y haciendo respetar los horarios de los trabajos en las chacras, canteras, clases de oficios, arte y música en los talleres, y las reuniones diarias de oración, sermones o catequesis.

A estas actividades se sumaban las de escritura, lectura, y “alfabetización” en los ámbitos de catequesis, ocupando la Bibilia y escritos religiosos como libros de cabecera, ejercitando la comprensión e interpretación de textos en general.

Por ello, en el caso específico de Nicolás Yapuguay, un cacique guaraní misionero del pueblo Santa María la Mayor, escribió libros referidos directamente al tema religioso.

Conocido como Yapuguay “el verdadero”, por la fidelidad de sus escritos cuando traducía, y según algunos investigadores por la traducción de su nombre, que deriva de la combinación de tres palabras: “japu” “kua’a”  “í” –el que no sabe mentir –en su traducción literal, pues japu o yapú por su pronunciación, significa “mentir”, kua’a es “saber”,  í es un sufijo diminutivo o de negación.

Ruinas del pueblo Santa María la Mayor (Misiones, Argentina) Foto: Wiki Org

Cabe mencionar que Yapuguay podría haber sido hijo o nieto de yguazuenses, porque su pueblo Santa María la Mayor fue formado con los habitantes de Santa María del Yguazú, un pueblo que fue fundado en 1626 a orillas del  Río Iguazú y funcionó hasta 1633, año en el que sus habitantes huyeron hacia el sur con los demás pueblos por los ataques bandeirantes, y se establecieron en su ubicación final (en el actual Municipio Santa María, en el Departamento de Concepción, Misiones, Argentina).

Este cacique era conocido por su gran manejo del lenguaje propio –el guaraní –y además el español y el latín, como la mayoría de los caciques que habitaron los pueblos jesuíticos en su época y eran parte de las autoridades de los Cabildos de sus respectivos pueblos.

De hecho, en el prólogo del libro “Explicaciones del Catecismo en Lengua Guaraní” que escribió y publicó Yapuguay en 1724, el padre Paulo Restivo, quien lo asistió supervisando la obra, dice:

“Muy conocida y superior a la que puede caber en un indio, es la capacidad de Nicolás Yapuguay, cacique y músico de Santa María y con razón muy alabado de todos su comprensión, por la propiedad, claridad y elegancia con que felizmente se expresa, aun en las cosas tocantes a Dios, que en otros indios no es tan fácil hallarlo”.

Portada de uno de los libros de Yapuguay. Imagen: Portal Guaraní

En otro libro escrito por Yapuguay en 1712, “Sermones y Ejemplos en Lengua Guaraní, con dirección de un religioso de la Compañía de Jesús”, el padre Peramás escribió: “nada más elegante ha escrito jamás jesuita alguno”.

Así destacaban la labor de este cacique, pionero en las letras, en los pueblos misioneros en donde además se imprimían tales libros, en imprentas montadas por los mismos guaraníes.

Otros registros, según cuenta la antropóloga y arqueóloga Ruth Poujade, Yapuguay no solo fue escritor trilingüe, “sino un erudito guaraní, grabador, tipógrafo, escritor y orador; además fue el literato de mayor producción en lengua guaraní.; conocía el latín, el guaraní y el castellano a la perfección; enseñó guaraní a los padres jesuitas y diseñó las famosas Tablas de Parentesco o consanguinidad de algunas parcialidades guaraníes, hecho que le otorga el rango de primer antropólogo social del Río de la Plata y posiblemente de Sudamérica”.

En todos los pueblos misioneros jesuíticos, las características de Yapuguay eran comunes entre los caciques y cabildantes, quienes eran instruidos en todo tipo de artes y oficios, no sólo para el manejo y administración de las reducciones, sino también para la comunicación con las autoridades y habitantes de las ciudades de “blancos”, quienes, en su mayoría, eran analfabetos.

Durante los más de 150 años en los que funcionaron estos pueblos jesuíticos en la región (de 1609 a 1768), miles de guaraníes fueron instruidos de esta manera, e inclusive muchos de ellos solamente conocieron la vida dentro de estas reducciones por haber nacido y crecido en ellas.

Por ello, cuando comenzó a gestarse en el virreinato del Río de la Plata la idea de independencia del reino de España a principios de los años 1800 –solo unos 32 años después de la expulsión de los jesuitas –los más instruidos en todo el virreinato eran los guaraníes misioneros, quienes eran muy requeridos en todas las ciudades como constructores, carpinteros, talladores, músicos, alfareros, herreros, tipógrafos, dibujantes, escribientes… participando y liderando cuantas tareas complejas hubo que realizar en esa etapa, y que por supuesto, la hidalguía blanca se encargó de ocultar en la historia.

GUILLERMO FURLONG, la primera imprenta jesuítica instalada en el territorio hoy argentino, funcionó entre los años 1695 y 1727 en Nuestra Señora de Loreto (Foto: El Arcón de la Historia)

En estos años de proclamas independentistas, aparece el registro de Eusebio Guyrapepo, un cacique del pueblo Jesús de Tavarangüe (ubicado en el actual Departamento de Itapúa, Paraguay), quien es uno de los 16 caciques que firma en Candelaria (actual Misiones, Argentina) la adhesión de los pueblos misioneros a la proclama del 25 de mayo de 1810 traída por Manuel Belgrano.

Interesantemente, el nombre de Guyrapepo se ha encontrado en otros documentos, en los que aparece como firmante en calidad de “Cazique”, por ejemplo, en una carta fechada en 1782; y en 1788 aparece su nombre en un estado de cuentas de Paraná. También, en 1801 firma una carta del pueblo de Jesús con el distintivo de “don” y la función de “secretario de cabildos”. 

Ruinas del Pueblo Jesús de Tavarangue, Depto. de Itapúa, Paraguay. (Foto: Visit Paraguay)

Estos datos no aseguran que fue don Eusebio Guyrapepo quien tradujo las cartas o documentos oficiales que Manuel Belgrano envió a los pueblos misioneros guaraníes o al gobernador Velazco, en Asunción, que siempre iban escritas en dos columnas, una en español y justo al lado en guaraní; sin embargo, con esos datos se puede asegurar que había en Candelaria un cacique indígena de un pueblo cercano –Jesús –acostumbrado a escribir y a firmar cartas en guaraní.

De esa misma manera, varias investigaciones dan cuenta de guaraníes misioneros que cumplieron el rol de escribas durante la etapa jesuítica, y luego de la expulsión de los padres, fueron también “utilizados” como traductores de documentos oficiales, cartas, o proclamas, que no solo tenían como objeto llegar a la autoridad destinataria sino también que todos los habitantes de los pueblos misioneros guaraníes conocieran el contenido de tales documentos, y así debatir, hablar de ellos, y estar informados sobre los sucesos de la época.

 

Referencias

Sección Nueva Encuadernación del Archivo Nacional de Asunción (ANA), Volumen 218, folio 108-155.

Documentos en guaraní (1750-1850), p. 17-28, 2006, Archivo Nacional de Asunción.

Archivo General de la Nación, Buenos Aires, sala IX, legajo n°10 y comunicada a Bartomeu Melià en 2011.

La «Explicacion de el catechismo» de Nicolás Yapuguay (1724) a la luz del ejemplar de la Colección Arata.

Yapuguay, Nicolás. Santa María la Mayor (Paraguay), c. 1680 – Paraguay, s. xviii. Cacique, músico y escritor indígena – Real Academia de la Historia – Margarita Durán Estrago (Sitio)

Lozano, Historia de la Compañía de Jesús de la Provincia del Paraguay, Madrid, Imprenta de la Viuda de Manuel Fernández, 1754-1755.

R de Montoya, Conquista espiritual hecha por los religiosos de la Compañía de Jesús en las provincias del Paraguay, Paraná, Uruguay y Tape, Bilbao, Imprenta del Corazón de Jesús, 1892 (2.ª ed.)

del Techo, Historia de la Provincia del Paraguay de la Compañía de Jesús, Madrid, Librería y Casa Editorial A. de Uribe, 1897.

F. Aguirre, Diario del Capitán de Fragata D. Juan Francisco Aguirre, t. II, 2.ª parte, Buenos Aires, Imprenta de la Biblioteca Nacional, 1950.

Furlong, Misiones y sus Pueblos de Guaraníes, Posadas, ed. Buenos Aires, 1978 (2.ª ed.), pág. 138.

Cardozo, Historiografía Paraguay. I. Paraguay Indígena, Español y Jesuita, México, Instituto Panamericano de Geografía e Historia, 1979.

Nicolás Yapuguay, el cacique guaraní pionero en el mundo de las letras – El Territorio Misiones (Artículo) www.elterritorio.com.ar

Sitio: http://langas.cnrs.fr

Sitio: journals.openeditions.org

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