Niña de mi tierra

Rasgos únicos, piel incomparable de selva y tierra; están allí por siglos, manteniéndose firmes, ante tantos cambios y vida acelerada. Aparecen de monte adentro, en algún costado de la ruta, de vez en cuando, para inundar con su belleza Guaraní.
0
1249
Rasgos únicos, piel incomparable de selva y tierra; están allí por siglos, manteniéndose firmes, ante tantos cambios y vida acelerada. Aparecen de monte adentro, en algún costado de la ruta, de vez en cuando, para inundar con su belleza Guaraní.
Encontrar la imagen de esta pequeña, me llevó a la acción-casi inmediata- de ponerme a trabajar en esta obra a la que llamé «Niña de mi Tierra».  Ella, con su carita enojada, de chinchuda o mboró, como solemos decir por aquí, lo dice todo sin necesitar el verbo. Y sumada a los colores contrastantes de nuestra región, la composición adquiere aún más belleza.
Los niños de mi tierra, de pies descalzos y mirada buena, selva adentro, por senderos de tierra colorada, o al costado de alguna ruta… por siglos estuvieron, y por los siglos estarán.
Esta obra fue trabajada en pintura acrílica, con pinceles y espátulas, sobre un soporte de mdf de 60×80 cm.

La niña

De la niña, puedo contarles que forma parte de un asentamiento ubicado en Colonia Alicia, Departamento de 25 de Mayo, muy cerca del paraje del km 9, de Colonia Aurora, zona del Río Uruguay, en nuestra provincia. Los invito a conocer el proyecto «A casinha da Maestra», que lleva adelante una docente que va más allá de la profesión; se trata de Marisa Susana Biechteler, por medio de quien conocí la imagen de la niña.
Caminos que se cruzan, y no por casualidad.

Leave a reply