En Misiones, la proclama de Mayo de 1810 se leyó en guaraní, el idioma oficial

La mayoría de los habitantes de los pueblos misioneros era bilingüe, y algunos de los más instruidos eran trilingües, hablaban y escribían en español, guaraní y latín. Por ello, la proclama de mayo de 1810 fue leída en dos idiomas.
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La mayoría de los habitantes de los pueblos misioneros era bilingüe, y algunos de los más instruidos eran trilingües, hablaban y escribían en español, guaraní y latín. Por ello, la proclama de mayo de 1810 fue leída en dos idiomas.

Muchos años antes de la proclama de “Cabildo abierto” publicada por la Primera Junta de gobierno patrio el 26 de mayo de 1810, el territorio de Misiones no solo contaba con pueblos totalmente autónomos, sino también con habitantes instruidos en toda arte y oficios, incluyendo la escritura y la impresión de libros, muchos de ellos en tres idiomas: español, guaraní y latín.

Fue el idioma guaraní de tal importancia y uso general por muchos años, que en un documento de 1594, quizás el primer informe sobre la región del Paraguay, el jesuita Alonso Barzana escribe:

“La lengua que habla toda esta nación [guarani], estendida tan a la larga, es una sola, que, aunque la que hablan en el Brasil, que llaman Tupí, es algo distinta, es muy poca la distinción y que no impide nada; lo cual ha sido de mucho efecto para la conversión de esta nación”.

Dos siglos después, en su obra póstuma De administratione guaranica comparate ad Rempublicam Platonis commentarius (1793), el jesuita José Manuel Peramás dice:

“En los primeros treinta pueblos de Guaraníes (dos de los cuales se fundaron en mi tiempo), había un solo tipo de gente, y una sola lengua, que estuvo vigente y aún lo está hasta hoy en la mayor parte de la América Meridional, desde el océano del Brasil hasta el río Marañón y aún más allá, pues hasta en Cayena se habla. Esa extensión territorial es mayor que cuanto ocupaban antiguamente las lenguas griega y latina a las que la guaraní en nada les va a la zaga en cuanto a artificio y elegancia”.

Por lo tanto, podemos afirmar que el idioma guaraní no sólo fue respetado, reconocido, y aprendido por los padres jesuitas, sino que era el que se utilizaba oficialmente en los sermones, talleres de enseñanza, Cabildos, y reuniones de gobierno en los pueblos misioneros guaraníes hasta la expulsión de los padres jesuitas en 1768.

Por ello, solo 42 años después de mencionada expulsión, cuando llegó la famosa proclama de mayo, esos pueblos misioneros eran aún habitados por guaraníes de la etapa jesuítica, que en muchos casos eran más instruidos que los “enviados” de Buenos Aires, quienes inclusive los utilizaban de secretarios para redactar y traducir documentos oficiales.

Es más, el idioma guaraní era el oficial en todo Misiones, que abarcaba el vasto territorio desde Yapeyú hasta más allá de Iguazú, y fue utilizado para escribir e imprimir los primeros libros de toda la República Argentina, en las imprentas de los pueblos de Nuestra Señora de Loreto y Santa María la Mayor.

Misiones (zona violeta oscura) en la época de la proclama de Mayo de 1810. Imagen Enciclopedia Abierta

Fue por esta condición de idioma oficial principalmente (no porque los naturales “no entendiesen” el español) que la proclama de mayo fue leída en los dos idiomas el día 8 de julio de 1810 en el pueblo de Candelaria, que esos años era la capital del departamento que incluía los pueblos de Candelaria (capital), Santa Ana, Loreto, San Ignacio Miní, Corpus, Itapúa, Jesús y Trinidad, estos tres últimos ubicados en el actual territorio de Paraguay.

El gobernador de Misiones en ese entonces era Tomás de Rocamora, y el subdelegado de Candelaria era Francisco Martínez Lobato, quien hizo jurar fidelidad a la nueva Junta de Gobierno a todos los representantes de los pueblos misioneros mencionados, labrando la siguiente acta, redactada por don Casiano Carvallo:

“El 8 de julio de 1810, el Subdelegado de Candelaria, reúne en la sede de su gobierno, a los Corregidores, Cabildantes y Caciques de los pueblos misioneros a una Junta General, para tratar sobre los sucesos del 25 de mayo de 1810. Leídas las comunicaciones en castellano y guaraní, los concurrentes, en conocimiento de la creación de la Junta Provisional de Gobierno en Buenos Aires y la adhesión del gobierno de la provincia a la causa de mayo, respondieron todos juntos y cada uno por sí, que la reconocían y obedecían, y desde luego unían sus sentimientos llenos del más tierno afecto a la Exma. Junta. Firman el acta de esta asamblea, Luis Chivé, Fructuoso Patí, Benedicto Yué, Valeriano Mbacay, Crisanto Chiyú, Mariano Arandá, Francisco Taberacuá, Ignacio Albañesú, Fulgencio Yaparí, Pedro Pascual Yarupá, Gregeorio Caribú, Juan Ángel Ararobí y Eugenio Guyrapepó”.

 

Referencias

WILDE, Guillermo: Religión y poder en las misiones de guaraníes, Buenos Aires, Editorial SB, 2009

Peramás, José ManuelPlatón y los guaraníes, Asunción, CEPAG, [1793] 2004, p. 37

Archivo Nacional de Asunción, en la sección Nueva Encuadernación, Volumen 218

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