¿Aprendimos de los gobernantes de la historia?
La historia nos ha mostrado muchos gobernantes, reyes, emperadores, presidentes; todos ellos con diversos tipos de poder y gestiones; pero ¿hemos aprendido de ellos?
La historia nos ha mostrado muchos gobernantes, reyes, emperadores, presidentes; todos ellos con diversos tipos de poder y gestiones; pero ¿hemos aprendido de ellos?
Hubo gobernantes que estuvieron por largo tiempo en su cargo, y algunos se resistieron fuertemente a la idea de retirarse. No querían perder el poder, porque éste les seducía, pues les permitía complacerse en todo, o en casi todo, lo que deseaban.
El registro inmutable de la historia, la Biblia, que a través de los siglos sigue demostrando su veracidad, nos cuenta de reyes y emperadores que han logrado conquistar grandes extensiones de tierra, como Nabucodonosor de Babilonia; otros que han sido sabios y riquísimos sin comparación, como el Rey Salomón; valientes como el Rey David; sanguinarios como Herodes, Tito, u otros, que se han esforzado por dejar su legado en la historia de la humanidad.
Interesantemente, en el presente sucede lo mismo en casi todas las naciones, provincias, o instituciones.
El ser humano se esfuerza, a veces hasta con exageradas acciones, por mantenerse en el poder o por dejar alguna marca.
Contrariamente, el ministerio público del Señor Jesús duró poco más de tres años, y dejó marcas indelebles en la humanidad. Con un estilo humilde y mayormente de bajo perfil logró inclusive cambiar el rumbo de la historia mundial, y hasta la medida del tiempo (las fechas de los días que utilizamos hoy comenzaron a medirse desde su aparición en la tierra).
La gestión de su ministerio ha sido eficiente, y vital en la salvación y formación de un grupo pequeño que de igual forma continuó proyectando esa luz por los siglos, a pesar de haber sufrido persecuciones, ataques de todo tipo, asesinatos en masa, etc.
Seguidamente, unos registros de su paso por este mundo y su legado simple, directo, de bajo perfil, pero contundente y duradero. Aprendamos de Él.
Lucas 3.23 «Jesús mismo al comenzar su ministerio era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí,…»
Lucas 6.13 «Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:…»
Hechos 1.8 «… pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 2.14 «Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Hechos 2.32 «A este Jesús resucitó Dios, de lo cual todos nosotros somos testigos.»
1 Corintios 3.5 «¿Qué, pues, es Pablo, y qué es Apolos? Servidores por medio de los cuales habéis creído; y eso según lo que a cada uno concedió el Señor.»
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Por Abel López
Un sitio para recorrer nuestra historia, investigada y registrada por nosotros, dándole la importancia que merecen los detalles, anécdotas, hábitos y costumbres que forman nuestra cultura misionera.
